En La hojarasca nació Macondo, ese poblachón cercano a la costa
atlántica colombiana que ya se ha convertido en una de los grandes mitos de la
literatura universal. En Macondo transcurre la historia de un entierro
imposible. Ha muerto un personaje extraño, un antiguo médico odiado por el
pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empeñado
en enterrarle ante la oposición de todo el pueblo y sus autoridades. Como en
una tragedia griega -el libro lleva como lema una cita de Antígona que recuerda
la prohibición de enterrar el cuerpo del Polinices-, el viejo coronel, su hija
y su nieto van a cumplir la ominosa tarea. La acción, compuesta por la
descripción de los preparativos para el entierro -una media hora- y los
recuerdos de un cuarto de siglo de la historia de Macondo, de 1905 a 1928, se
narra a través de los pensamientos de estos tres personajes. «De pronto como si
un remolino hubiera echado raíces en el centro del pueblo, llegó la compañía
bananera perseguida por la hojarasca. Era una hojarasca revuelta, alborotada,
formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos:
rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil. La
hojarasca era implacable.» La crítica ha dicho...«Cuando de la barbarie no
quede ni sombra de recuerdo, las obras de García Márquez seguirán iluminando el
corazón de multitudes con su destello inagotable.»
domingo, 27 de marzo de 2022
Gabriel García Márquez - La hojarasca
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