En septiembre de 1931 Federico
García Lorca inauguró la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros, con un
emocionante discurso de elogio al libro y la lectura como fuente de
conocimiento frente a la ignorancia, como alimento espiritual más allá de las
necesidades vitales, como horizonte de liberación individual y colectiva frente
a la opresión del sistema económico y político, como ventana abierta a la
cultura... Lorca se refiere al libro como la mayor obra de la humanidad y
formula un repaso cronológico desde sus precedentes en piedra hasta las
publicaciones actuales en papel, pasando por la invención de la imprenta, que
califica de "revolución de las almas".