Jorge Ruiz trabaja como agente en el Departamento de Policía
de Madrid porque su vocación fue siempre ayudar a los demás. Un día le asignan
la investigación de un atentado terrorista en una de las iglesias del centro de
la ciudad, adquirida recientemente por un empresario que en pocos días la iba a
convertir en una discoteca. La cosa se complica, pues es el año 2094, y tanto
la Monarquía como la Iglesia han sido desvinculadas del Estado y su patrimonio
está desapareciendo. Poco a poco, Jorge se ve envuelto sin querer en una trama
de corrupción de la que no entiende nada y, para poder resolver el asunto, pide
ayuda a una periodista que le parece tan atractiva como irritante.